Tras meses de arduo trabajo y paciente espera, ha llegado la hora de recoger esos deliciosos frutos cultivados con tanto esfuerzo y dedicación. Es momento de degustar esos cotizados diamantes verdes: enormes y jugosos cogollos bañados en abundante y brillante resina. En este artículo te facilitamos toda la información que necesitas para saber cuándo y cómo cosechar tus plantas de cannabis. ¡Sigue leyendo!

La recomendación del banco de semillas

El tiempo de maduración de las plantas de marihuana varía entre 8 semanas (las cepas índicas) y 14 semanas (las sativas) dependiendo de la variedad. Existen una serie de indicadores o señales muy claras para ayudarnos a determinar el momento idóneo de la cosecha. Se entiende como momento óptimo para la cosecha cuando el THC ha alcanzado su máxima potencia sin llegar a degradarse. ¡Los cogollos se engordan al máximo y se vuelven densos y compactos, llegando al cénit de su contenido en THC y terpenos! Con un sabor y aroma rebosantes de complejidad y riqueza, esos potentes cogollos sacarán a relucir los matices distintivos y propios de cada variedad.

Todas las semillas vienen con su correspondiente descripción que incluye las características específicas de cada genética. El fabricante nos indicará las semanas aproximadas que necesita cada planta para madurar, con lo cual tendremos una primera guía. Si bien esta información no es para nada precisa, ya que muchos factores externos influyen en el ritmo de maduración de cada planta, ¡nos servirá para saber cuándo empezar a prestar atención al resto de señales!

Cultivo interior de cannabis

Hojas de abanico amarillas

La primera señal que nos indicará que se acerca el esperado momento de la cosecha es que las hojas en forma de abanico empezarán a tornarse de color amarillo. En la planta de cannabis, se conocen como hojas de abanico (del inglés fan leaves) aquellas hojas grandes cuya forma recuerda precisamente a la de un abanico, y que básicamente se encargan de absorber la luz solar. Durante la fase vegetativa, el color amarillo es síntoma de carencias nutricionales, pero aquí significa que la planta deja de enviar sus nutrientes a las hojas y los concentra en el desarrollo de los cogollos.

El color de los estigmas (pistilos)

La segunda señal, más precisa, es el color de los pistilos. Los pistilos suelen definirse como esos pelitos blancos que nacen en los cálices de la planta Cannabis Sativa, pero la verdad es que los pelitos se llaman estigmas. Los estigmas los podemos encontrar en otras plantas como el maíz o el azafrán, por ejemplo. Los estigmas son una de las partes que conforman los pistilos, junto con el estilo y el ovario. Los estigmas se encargan de recolectar el polen de las plantas macho, por lo que cumplen un rol clave en la reproducción de las plantas. Al inicio de la vida de la planta, estos pelitos son de color blanco, y van adoptando un color marrón-ámbar a medida que esta madura.

Lo habitual es que cortemos nuestras plantas cuando un 60-70% de los estigmas se han tornado de color marrón-anaranjado. Sin embargo, como veremos más adelante, si queremos un efecto más mental, eufórico e inspirador, podemos cortar antes. Y al revés, cortar más tarde, si lo que buscamos es una sensación de placentera relajación corporal.

Aquí un ejemplo de dos plantas con los estigmas en distinto estado de desarrollo: arriba, todavía presentan un color blanquecino, mientras que en la planta de abajo ya se tornaron de color marrón-anaranjado.

El color de los tricomas: la prueba del algodón

Se conocen como tricomas a las glándulas de resina de la planta de marihuana. Su tamaño y forma puede variar según sea la planta índica o sativa, y en función de la cepa. La cantidad y calidad de estos también puede variar, por lo que si cuidamos adecuadamente nuestra planta se traducirá en mejores tricomas. Estas glándulas de resina, todas juntas, son las que conforman ese manto blanco que cubre la planta cuál rico glaseado, haciéndola resplandecer como si de un diamante tallado se tratara. Los tricomas son los órganos encargados de segregar a la vez que albergan los cannabinoides y los terpenos de la planta de cannabis. Los primeros, son portadores de sus potentes cualidades medicinales y recreativas; mientras que los terpenos son aceites esenciales presentes en todo el reino vegetal, responsables de su gran diversidad aromática y gustativa, asimismo poseen cualidades curativas.

Aquí tenemos un ejemplar de la variedad Badazz de Ripper Seeds, rebosante de resina.

Para observar los tricomas necesitaremos una lupa o un microscopio. Una lupa de joyero es perfecta por su pequeño tamaño. Con el microscopio tendremos mejor calidad de imagen pero su precio es más elevado. Los tricomas nacen como un diminuto punto blanco transparente y, al madurar, se tornan opacos y adquieren forma de seta o chupa-chup.  La potencia y sabor de los tricomas alcanzarán su clímax cuando estos tengan un color blanco-lechoso; pero esperaremos hasta que un 20-30% de estos haya adquirido un tono ámbar, dependiendo de la genética, así como el efecto y sabor que busquemos en esa cosecha. El color ámbar de los tricomas es indicador de que el THC se ha degradado, transformándose en CBN y adquiriendo un efecto puramente narcótico.

El CBN, como el resto de cannabinoides, también posee propiedades medicinales, actuando como remedio para el insomnio, la falta de apetito, el dolor y la inflamación. Sin embargo, no posee el poder psicoactivo del THC, el efecto deseado habitualmente al consumir cannabis. ¡Por este motivo, cuanto más tardemos en cosechar, más narcótico y corporal será el colocón; mental y eufórico si el THC no ha llegado a degradarse! Si disponemos de microscopio, podremos observar que el capuchón de los tricomas en su punto óptimo de madurez es más parecido a un huevo que no a una esfera perfecta.

Macro de tricomas en distintos estados de desarrollo: a la izq. tricomas transparentes, todavía jóvenes; a la dcha. tricomas maduros de color blanco lechoso, en su punto para la cosecha.
 

Cosecha en dos tomos

Muchas veces es recomendable cosechar la planta en dos partes, ya que las ramas donde ha llegado más la luz madurarán antes que el resto. Por lo tanto, cortaremos primero las colas (agrupaciones de cogollos que crecen pegados entre ellos), para atacar después al resto de ramas, dejando un tiempo intermedio para que maduren estas completamente.

Cosechar con poca humedad

Dentro de lo posible, es recomendable cosechar después de un día con poca humedad ya que así facilitaremos el posterior proceso de secado. Por la misma razón, podemos pelar un poco las plantas antes de ponerlas a secar, eliminando las hojas en abanico, las cuales albergan humedad y carecen de resina. Lee este artículo si quieres saber «Cómo secar y curar bien tu cosecha de marihuana».  

Cosecha de emergencia contra botrytis y plagas

En zonas especialmente húmedas, donde llueve mucho cuando se acerca la época de cosecha (septiembre-octubre en el hemisferio norte, abril-mayo en el hemisferio sur) es recomendable perder algo de calidad cortando antes, si tememos que las lluvias puedan arruinar nuestras queridas flores. ¡Una cosecha de emergencia nos permitirá gozar de esos enormes y pesados cogollos que la maldita botrytis podría haber echado a perder! Lo mismo ocurre con plagas e invasores no deseados tales como la araña roja, cuya expansión podremos frenar gracias a una cosecha prematura. Dos semanas es el plazo que tienes para anticiparte en la recolecta. Si cortas antes de las dos semanas para su completa maduración, puede que tus cogollos de cannabis sepan a verde, maltratando tu garganta con un sabor áspero y pobre, y perdiendo también calidad de efecto.

Plano macro de un cogollo con los estigmas ya maduros y una parte de los tricomas oxidados (color ámbar).

Residuo cero: aprovecha tu planta de cannabis al completo

La planta de cannabis es una planta súper versátil, que ha tenido múltiples usos a lo largo de la historia en distintas culturas de todo el planeta. ¡Existen evidencias de su importancia como medicamento que se remontan al año 2.700 A.C.! Con el paso del tiempo, se descubren más propiedades y potencialidades de esta maravilla de la naturaleza, ya sea en el campo medicinal, como alimento o su capacidad para desintoxicar los suelos. A continuación os dejamos un artículo de Leafly traducido por Green Faculty dónde se explica cómo puedes aprovechar, además de sus preciadas flores, el resto de partes de tu planta cosechada: hojas, tallos y raíces. 

Hasta aquí todo lo que necesitas saber para cosechar con éxito tu cultivo de cannabis, ¡y así sacar a relucir todo el potencial de los frutos a lo cuales has destinado tanto esfuerzo, tiempo y amor! Si has utilizado fertilizantes u otros productos químicos como fitosanitarios, no olvides realizar un buen lavado de raíces regando con abundante agua sin abonos dos días antes de la cosecha, como mínimo. ¡Déjanos tus comentarios, o cualquier duda que tengas por resolver!. Y, si te ha gustado ¡compártelo en tus redes sociales! ¡Spread the Grow!

¡Feliz cosecha!