Cannabis sativa y cannabis índica: origen

Cannabis sativa L. (L de Linnaeus) es el nombre científico de esta planta querida en todo el mundo. Es originaria de las regiones tropicales del planeta y fue clasificada por primera vez por Carolus Linnaeus en 1753.

Pertenece a la familia Cannabaceae y se le conocen tres subespecies: Cannabis sativa sativa, Cannabis sativa índica, y Cannabis sativa rudelaris. Probablemente estas tres subespecies se desarrollaron a consecuencia de la adaptación de las primeras plantas de cannabis a las distintas condiciones ambientales.

Un poco más en profundidad…

El cannabis es una planta dioica, o sea que podemos encontrar plantas de cannabis macho, plantas de cannabis hembra y también casos de hermafroditismo. Las flores de las plantas hembra se conocen como “cogollos” o “buds”, donde encontramos mayor cantidad de glándulas de resina o tricomas, responsables de la fabricación de los cannabinoides.

Los cannabinoides (junto con los terpenos) son las moléculas responsables del efecto o “colocón”, y generan propiedades terapéuticas. Por consiguiente, las flores femeninas o “cogollos” se consumen ya sea ingeridos, vaporizando o fumados.

Las flores y plantas macho, no son utilizadas para su consumo, sino para realizar cruces, producir semillas y variedades de cannabis nuevas, mediante la polinización de plantas femeninas. El resto de partes de la planta (tallos, hojas y raíces) se pueden utilizar para otros fines, como en la alimentación o la industria textil.

Los cannabinoides (junto con los terpenos) son las moléculas responsables del efecto o “colocón”.

Las diferentes especies

El cannabis es una planta muy versátil con un enorme potencial y gran cantidad de usos. Desde la medicina, pasado por la construcción, el ocio, la alimentación, la cosmética, como combustible ¡e incluso para la desintoxicación de suelos! El cáñamo o cannabis industrial (hemp en inglés) es un tipo de marihuana con muy poco contenido en THC y muy fibrosa, ideal para usos industriales como el sector de la construcción.

Todavía hoy, la ciencia se encuentra debatiendo si las distintas plantas de cannabis pertenecen a varias especies o no. Lo que sí está ampliamente aceptado es que las razas puras o landraces de Cannabis sativa sativa, Cannabis sativa índica y Cannabis sativa rudelaris poseen diferencias notables en cuanto a su fenotipo y composición química (contenido en cannabinoides, terpenos y flavonoides). Estas diferencias genéticas dan lugar a una increíble diversidad de efectos y propiedades organolépticas (sabor, olor y color), que hacen única a cada planta.

Cannabis sativa índica

Podemos reconocer una planta de cannabis índica por sus hojas anchas de color oscuro, su estructura arbustiva y su corta estatura. Las variedades de marihuana índica presentan cogollos redondos, densos, compactos y muy resinosos. Y suelen ser más productivas que las variedades de marihuana sativa.

Las plantas de cannabis índicas son grandes productoras de resina, sus flores y hojas son apreciadas para la elaboración de extracciones de cannabis. El nombre Cannabis sativa índica proviene de su origen. Estas variedades son autóctonas de la India, Nepal y Pakistán, donde se produce el mejor hachís del mundo. Las variedades índicas, por su rápida floración (45 a 60 días) y su alta capacidad de resistencia a cambios en el ambiente, son más agradecidas en el cultivo.

Es habitual que las plantas de cannabis índicas tengan un contenido en THC y CBD más equilibrado que las sativas, con un porcentaje más bajo de THC. Esto hace que generen un efecto narcótico y físico, ideal para relajarse al final del día y olvidar las preocupaciones. Cuando este efecto es muy potente, se le conoce como “apalanque” o “couch-locking” en inglés.

Es habitual que las plantas de cannabis Índicas tengan un contenido en THC y CBD más equilibrado que las Sativas, con un porcentaje más bajo de THC.

Cannabis sativa sativa

Las variedades de marihuana sativa crecen de forma silvestre en climas tropicales. Sus orígenes los encontramos en las zonas ecuatoriales de Asia, América y África. Se pueden reconocer por una mayor altura, hojas largas y delgadas de colores brillantes. La estructura es espigada con amplios espacios internodales, y los cogollos blandos, ligeros y alargados.

Su elevado contenido en THC (hasta el 25%) les confiere un efecto mental, enérgico e inspirador conocido a menudo como “subidón”. Son ideales para consumir durante el día, socializar o bien para inspirar la creatividad. Algunas aportan sensación de euforia y pueden ayudar a levantar el ánimo.

Su elevado contenido en THC les confiere un efecto mental, enérgico e inspirador conocido a menudo como “subidón”.

Las variedades Sativa suelen ser más difíciles de cultivar debido a su tiempo de floración más largo, (entre 60 y 90 días), y su alta estatura. Son plantas menos manejables y pueden llegar a causar problemas en cultivos de interior.

Cannabis sativa rudelaris y variedades autoflorecientes

La planta de cannabis Rudelaris ha sido la última subespecie del cannabis en ser clasificada oficialmente en 1924 y es originaria de Rusia, Europa Central y Asia central.

Es una planta de floración automática, lo que significa que no depende del fotoperíodo de luz (cantidad de horas de luz diarias recibidas) para florecer, sino que florece en relación a su madurez (días de vida). De este modo, las variedades autoflorecientes que encontramos en el mercado florecen a las 9- 13 semanas desde su germinación, dependiendo de cada variedad.

Los criadores de variedades nuevas de cannabis han aprovechado esta capacidad de autofloración y han creado las variedades de cannabis autoflorecientes o automáticas (autos). Las variedades autoflorecientes son híbridos creados a partir de un cruce entre una planta índica o sativa y una planta rudelaris, con tal de producir semillas de cannabis autoflorecientes.

Las variedades autoflorecientes son híbridos creados a partir del cruce entre una planta índica o sativa y una planta rudelaris, con tal de producir semillas de cannabis autoflorecientes.

Estas robustas plantas se caracterizan por su floración ultra rápida, su pequeño tamaño y su facilidad de cultivo (debido a su período corto de vida, así como tiempo de floración). Una elección ideal para cultivos discretos y cultivadores principiantes. Asimismo, son plantas muy resistentes, perfectas para cultivar en climas fríos y lugares con pocas horas de luz. Si bien las variedades autoflorecientes son menos productivas, permiten obtener varias cosechas al año, incluso en cultivos de exterior.

Sabor y efecto en el cannabis: cannabinoides, terpenos y flavonoides

La legalización del cannabis en muchas partes del planeta ha dado lugar a nuevas investigaciones. Hasta ahora se atribuía a los cannabinoides todo el mérito en cuanto a los distintos efectos que la marihuana produce en nuestro cuerpo y nuestra mente. Ahora se ha descubierto que los terpenos o terpenoides, y los flavonoides (estos últimos menos estudiados) también juegan un rol importante en los distintos efectos que produce la marihuana.

Los terpenos son las moléculas responsables del sabor y el olor de muchas plantas, y se llevan utilizando en aromaterapia desde hace decenas de años. Estos actuarían junto con los cannabinoides (principalmente THC y CBD, aunque se han encontrado más de 100 cannabinoides distintos que afectan al Sistema Endocannabinoide). El resultado es un “efecto séquito” y distintos tipos de “colocón” del cannabis. El Dr. Ethan Russo, Director Médico de PHYTECS (empresa de biotecnología que investiga el sistema endocannabinoide del ser humano), lo confirma en esta entrevista. “Las diferencias en los efectos observados en el cannabis se deben a su contenido en terpenos, que raramente se evalúa, y mucho menos se comunica a los potenciales consumidores», afirma. Ademá explica que la distinción índica/sativa no tiene ninguna razón de ser, ya que actualmente las variedades comerciales poseen un alto grado de hibridación y, en consecuencia, una rica mezcla genética.

Actualmente es muy difícil encontrar razas puras, a causa de más de 40 años de cruces. Los bancos de semillas suelen indicar los porcentajes de genes de cada variedad de marihuana en su descripción. Índica dominante significa que encontramos más porcentaje de genética índica, y el contrario ocurre con una variedad con dominancia sativa. Ahora que sabes todo sobre las dos diferencia ¡escoge tu preferida!

¡Te esperamos en el próximo artículo! 😉